Consultorio jurídico para el miserable de ley



Acápite: Consultorio jurídico gratuito para el miserable de ley. Segunda entrega. Tres consultas.



Creo que ha llegado el momento de evacuar algunas consultas que fueron apareciendo en mi casilla de correo electrónico a lo largo de los últimos meses. Sin embargo deseo aclarar que debido a la calaña de los individuos hacia los cuales se encuentra orientado este servicio, y a la gratuidad del mismo, me he visto en la penosa obligación de acotar sensiblemente el material para adaptarme a los parámetros de longitud que deben tener los artículos publicados en este espacio.

Miserables de todas las especies se han animado a someter sus acciones, intenciones y actitudes a la humilde opinión del titular de este consultorio. No solo los mezquinos, sino también los perversos, abyectos y canallas. Todas las corrientes unificadas por ese incómodo interrogante que desde hace un año constituye el motor y fundamento de esta sección:

¿Habré cruzado la delgada línea entre la canallada y el delito penal?

Por supuesto que sí, responderé yo con el dedo índice posado sobre el artículo pertinente del Código Penal de la Nación. Pero si sigue mis consejos al pie de la letra podrá continuar gozando de su preciada libertad hasta que, más tarde o más temprano, su naturaleza maliciosa le imponga el siguiente desliz.

De nada, de nada. No me agradezca. En el fondo para eso estamos.

Ahora a lo nuestro. Abra bien los ojos y los oídos, cierre la boca y preste mucha atención. Recuerde que no me gusta repetir las cosas.

1- El señor R, encendido militante de la corriente mezquina del miserable de ley, nos cuenta que hace algunos días le pidió el auto prestado a un amigo para salir de noche con una señorita que no es su novia. Por desgracia la velada quedó trunca, ya que en un momento determinado sufrió una pequeña distracción cuya naturaleza no es materia de este análisis (el señor R es propenso a relatar con demasiado detalle), y reventó una de las cubiertas delanteras contra el cordón de la vereda.

Consternado por el infortunio y –talvez- por no haber podido concretar sus intenciones con la señorita en cuestión, concurrió a una gomería donde hizo colocar la rueda de auxilio. Sin embargo, en vez de abonar los cincuenta pesos que le habría demandado componer la cubierta dañada, la ocultó en el baúl con la esperanza de que su amigo jamás se entere, o lo haga dentro de tanto tiempo que le sea imposible identificar al responsable.

Ahora siente algo de remordimiento, pero se lo aguanta como un macho. La pregunta concreta es si su conducta constituye un delito penal.

Señor R: Quédese tranquilo. La conducta que nos describe no es distinta de la que exhibiría cualquier miserable en su rutina diaria. No constituye un delito penal. Si la cubierta que colocó se encontraba en perfecto estado y su amigo no ha sufrido ningún percance que pueda relacionarse con la maniobra perpetrada, no tiene de qué preocuparse. O sí, en el caso de que el hombre descubriera la trampa. Pero aun así eso no sería suficiente para interesar al Estado, que según entiendo es lo único que a usted le preocupa.

Con respecto a la lesión que sufrió en el accidente, no creo que por sí sola pueda traerle complicaciones de salud. Otro será el cantar si la llega a ver la señorita que por derecho debiera haber estado en ese vehículo con usted.

Cualquier cosa me escribe.


2- El señor J, enrolado en la corriente mezquina, en la perversa y en la canallesca, tiene un amigo que le debe catorce pesos desde hace seis meses, y su primera inquietud tiene que ver con los intereses que ese monto pudo haber generado hasta hoy. Luego nos describe los métodos que ha utilizado para recuperar el dinero y nos pregunta si alguno de los mismos podría estar tipificado en el Código Penal.

Señor J: Dada la naturaleza de su inquietud descuento que se habrá ocupado de pactar la tasa en su debido momento, así que sí, genera intereses. Aplique el convenio y sume.

En cuanto a su segunda pregunta, la respuesta es todos. Quizás su amigo le informaría la fecha aproximada en la que tiene pensado devolver el dinero si usted se dignara a sacarle el trapo húmedo de la boca. Por otra parte, le recomiendo que averigüe los métodos que se están empleando para nutrir e hidratar a los mineros atrapados en Chile y los ponga en práctica antes de dejarlo en libertad.

Dentro del sobre que le envié hay un pasaporte con unas instrucciones. Mi consejo es que lo utilice cuanto antes.

Hablamos cuando las cosas se calmen un poco.


3- El señor T nos hace una consulta sobre evasión impositiva y también se muestra preocupado por una eventual reacción del Estado.

Señor T: Ya aclaré más de una vez que no respondo esa clase de consultas en forma pública. Los agentes de ingresos públicos están por todas partes, y MIB no es la excepción. Sin embargo me siento obligado a señalar que la definición de su conducta, que además usted mismo colocó como título de su correo, es la mejor respuesta que puede existir. Su conducta se llama igual que el delito por el que pretende no ser alcanzado.

Saque sus propias conclusiones.


Hasta aquí las respuestas.


Tengan ustedes un evasivo fin de semana.

18 comentarios:

Mariela Torres dijo...

Lo suyo sí que es un servicio, Yoni, más que un servicio, un apostolado. Malvados de la blogósfera vendrán a leer su entrada, y yo, claro, que no tengo nada que ver con esos canallas.

Saludos.

Elvis dijo...

No hace bien en decir: "Ya aclaré más de una vez que no respondo esa clase de consultas en forma pública. Los agentes de ingresos públicos están por todas partes, y MIB no es la excepción."
Con ello está levantando la liebre y levantando sospechas sobre sí mismo... Si yo fuera un inspector de esos le interrogaría hasta la saciedad, porque está declarando veladamente que sabe demasiado de trampas y operaciones fraudulentas... lo suficiente como para que la gente le consulte como defraudar...

Saludos cordiales.

Sir Lothar Mambetta dijo...

Estoy de acuerdo: "Poderoso Gen"... ¿Qué? ¿Cómo que el otro blog?

Disculpe y saludos.

Mona Loca dijo...

El de la cubierta actuó mal.

Creo que ya que no iba a poder lograr nada con la señorita, debería al menos haber intentado que le pagara ella el arreglo de la cubierta.

Pero clah...con las "amigas" uno no hace eso.

Si hubiera sido la novia, quizás la hubiera convencido.

Ve? ve lo que gana por ser infiel, R?


( Perdón, considérelo un "agregado personal" a sus consejos jurídicos)

Nefertiti dijo...

A miserable.... miserable y medio. El señor del caso uno se merece que el dueño del vehículo se dirija con inocencia a su casa, y delante de la mujer diga "che, te olvidaste de arreglar el neumático que pinchaste esa noche que te presté el auto".
Con una frase desata el infierno y sale... silbando bajito...

Mona Loca dijo...

Oh, Nefertiti...no quisiera tenerla de enemiga...

Nefertiti dijo...

jajajaja Mona... soy más del estilo "sientate en la puerta de tu casa y veras pasar el cadaver de tu enemigo". No soy de pergeñar planes macabros.

Anavril dijo...

Y si se cambió mal el neumático y se sale la rueda y tiene un gravisisisisisimo accidente?? Y todo por no haber sido deidamente informado?? El Sr R, es culpable?

La ley y el Orden
La ley y el Orden UVE
La ley y el Orden CI

mamma mia...y despues dicen que la tele no da ideas...

Recaudador de Impuestos dijo...

Estimado, corrija eso de "evasivo fin de semana". A lo sumo ponga "elusivo".

Con algunas cosas no se jode.

Marina Judith Landau dijo...

Lo suyo es duro, realmente.Me sorprende que ese tipo de miserables visiten este lugar, pero ya se sabe que hay de todo en todas partes...
Evadir impuestos no me parece tan grave, pero ser miserable con un amigo mmm eso sí que es feíto. Merecen castigo moral, al menos. Claro que su asesoría consiste en hacerlos safar.
Saluditos.

Yoni Bigud dijo...

Buenas tardes. En un rato vuelvo.

Saludo general.

LadyMarian dijo...

Admirable lo suyo! Todo un servicio. Qué pasa que los que preguntan son sólo tipos de esta calaña?
Me parece interesante el concepto de amistad del primero y el segundo caso. Amistad por el dinero, claro.

Besos

Bugman dijo...

Asesorando a infieles y evasores, Señor Bigud. Si bien todavía no me entero de qué es lo que usted hace, cada vez tengo más claro lo que hacen sus clientes.

miralunas dijo...

los miserables de ley son todos de una calaña, veo.
por un momento me pareció que se ensaña con el acreedor de los 14 pè.
sin embargo, ese es el tipo que hace tales cosas como esconder lo que ha roto y deja colgada la cuenta de la luz, para el que lo sigue en la locación se encuentre sin medidor, eh?
y fijesé que nada constituye delito penal.
y tiene que darle pasaporte al que hace justicia?
mecachendié!

(excelente pos, mister!)

A.R.N. dijo...

hay premio para el que comente en este post?

Yoni Bigud dijo...

COMENTARIO GENERAL: MUCHAS GRACIAS A TODOS POR LEER Y COMENTAR.

SALUDO GENERAL.

Jazmin dijo...

Yo creo que de ninguna manera se hace apología del delito o de la miserabilidad, por caso, en este espacio.

Más bien creo que las vivencias, traumáticas casi todas ellas, de los consultantes, sirven como testimonio preventivo para todos aquellos que podemos ser víctimas, en el futuro, de algún infortunio similar.
Por eso aplaudo el contenido educativo de las entradas del dotor aquí firmante.

Jazmin dijo...

Y... 18.



No vaya a ser cosa que digan que evado mis responsabilidades contables.