Aburrido


El estadio, me aburre
la radio, me aburre
el camping, me aburre
el zapping, me aburre
la religión, me aburre
el cotillón, me aburre
el bingo, me aburre
el domingo, me aburre
el Fair play, me aburre
el Djay, me aburre
la oficina, me aburre
la rutina, me aburre
el shopping, me aburre
el doping, me aburre
divertirme, me aburre
aburrirme, me aburre...

Fragmento de "Nada me da satisfacción" del album "Bipolar", del Cuarteto de nos


Sesión anterior http://men-in-blog.blogspot.com.ar/2012/10/la-puerta.html

Nos saludamos y tomé asiento frente a Gargiulo, como ya es rutina. No quise dar rodeos, así que apenas me senté le espeté:

-Hoy me siento particularmente incómodo, Gargiulo. Necesito un cambio
-Ajá
-No, no me venga con "ajases", le pido encarecidamente...

Gargiulo anotó algo en una pequeña libreta y se dirigió a mi

-De acuerdo, Sr Viejex, no más "ajases". Dígame a que se refiere con eso de que necesita un cambio, por favor.
-A que esto de la terapia me está aburriendo. Si vamos a hurgar en mi inconsciente me parece que esto de estar quietos y poniendo toda nuestra atención en la conversación es contraproducente.
-Creo que no le entiendo...
-Quiero decir que creo que el inconsciente se manifiesta más fácilmente si uno está distraído haciendo otra cosa.
-¿Y usted qué quiere hacer?
-Estaría bueno jugar a algo...¿nunca se les ocurrió a ustedes los psicólogos hacer una sesión mientras el chiflado de turno juega? por ejemplo si pusiera acá un aro de básquet usted me pregunta mientras yo trato de embocar la pelota...Por esa historia de los lapsus linguae, los actos fallidos...

Gargiulo hizo otra rápida anotación. Yo me quedé en silencio.

-Interesante...
-Interesante es una forma sofisticada de decir "aja", Gargiulo.
-Quiero decir, usted cree que por venir acá usted necesariamente es un chiflado...interesante...
-Ajá.
-No habíamos quedado en que no más "ajases"?
-No. Yo le pedí a usted que no diga más "ajases". Usted a mi no me pidió nada, ni me comprometí a nada.

Otra vez Gargiulo anotó algo.

-¿Qué escribe, Gargiulo?
-¿Qué cree usted que estoy escribiendo?
-Hmmm, no sé, ¿la lista de compras del supermercado? ¿un haiku? ¿la formación de Flandria del '73? No sé, Gargiulo. ¿No es más fácil si me lo dice?
-Desde luego. Pero es más interesante lo que usted imagina que escribo.

Estoy preocupado, es evidente que algo raro me pasa y que necesito un cambio. Es cierto que la libreta era muy pequeña y no cabía esperar mucho de ella. Hasta sentí algo parecido al remordimiento. Raro, todo es muy raro. Pero lo peor es que comprendí, mientras abandonaba en la sala a un boquiabierto y perplejo Gargiulo, que era la primera vez que prender fuego algo no me produce ninguna satisfacción.