Los Mercenarios

Acápite: Clases de miserables. Los mercenarios. Opinión. Alegato. Recomendación final.



Entre las clases de miserables con las que una persona de bien puede toparse a lo largo de la vida, el mercenario es talvez la peor de todas. La más infamante.

Un mercenario es alguien que por estipendio abraza una causa que le es completamente ajena. Su único norte es el ánimo de lucro, y en nombre de eso pierde de vista la ideología, las nociones del bien y del mal, la pertenencia política o incluso la nacionalidad. Su única lealtad es hacia el bolsillo de quien abona su salario, sea este un enemigo del pueblo, un terrorista o un miembro de la comisión de lucha libre de la localidad de Roque Pérez.

No sé cuál será la opinión del amable lector sobre los individuos de esta calaña, pero deseo aprovechar esta inmejorable oportunidad para dejar bien en claro, y que escuche el que quiera escuchar, que en lo personal me producen nauseas. No se puede traicionar la confianza de aquellos que nos quieren o nos respetan a cambio de unas sucias monedas. Es lo mismo que si mañana alguno de los integrantes de MIB comenzara a utilizar la estructura que este humilde espacio le brinda para hacer sus negocios personales, o directamente decidiera poner su trabajo y su esfuerzo al servicio de los competidores en el concurso Bitácoras.com, mejor blog de humor. Una canallada imperdonable.

Esa gente no merece piedad. Juro sobre la biblia que si la fatalidad me colocara delante de alguien con esas malsanas tendencias le enterraría el botín derecho allí donde usted se imagina y yo no menciono por tener los integrantes de este plantel prohibida la mención de una zona tan sensible. Y si la vamos a emprender a patadas contra el mercenario, que sea con botines “Pibelindo”, que tienen un diseño anatómico superior y están fabricados con un cuero de altísima calidad que no lleva costuras y resiste infinitos lavados. Todo ello sin mencionar los dos años de garantía sin costo alguno sobre el precio del producto.

Decía entonces que los mercenarios merecen el repudio más enérgico de la sociedad toda. No comprendo esa incapacidad para conectarse con los valores más básicos y sagrados que moran en el espíritu. Sobre todo porque esos problemas de conexión podrían solucionarse del modo más sencillo, contratando “Uniworld Net”, que por solo sesenta pesos más IVA nos coloca de cara a una Internet más rápida y más eficiente, y que pone a nuestra disposición un servicio técnico inmediato durante las veinticuatro horas del día. Y mejor no hablemos del MODEM WIFI que viene de regalo con la suscripción.

La cosa es que existen conductas y actitudes que merecen el reproche colectivo, y que podrían evitarse con solo fijar en la mente que lo único que abre puertas en esta vida es la lealtad. La lealtad y “Cerrajería González”, que además de lidiar con cualquier clase de cerradura y tener los precios más baratos del ramo, está atendida por su dueño. En persona. El señor González es un hombre de mente abierta, receptivo al regateo; y lo mejor de todo es que, además de solucionar su problema, también le compra la cerradura averiada, hecho que repercute sensiblemente en el precio final del servicio.

En fin… entiendo que he establecido mi punto con sobrada eficiencia. Los mercenarios me dan asco, y hallándose a mi cargo una sección tan sensible a esas conductas, no podía dejar pasar la ocasión de exponerlos como lo que son: la clase más peligrosa de miserable.

Y ahora me retiro habiendo dejado bien clara la categoría de persona que soy.

Hablando de categorías… ¿Algún amable lector ha leído el blog Flapa?

Es buenísimo. Estos muchachos sí que se las traen, y encima se han anotado en el concurso Bitácoras.com, en la categoría ‘Mejor Blog de Humor’.

Por lo menos a mí me gustan mucho eh.


Tengan ustedes muy buenas noches.