Proactividad

En la sala de espera del consultorio del dentista había una revista de esas que hablan de empresas, y encontré un artículo que despertó  mi curiosidad. A medida que lo iba leyendo, una epifanía iba rondando mi cerebro buscando una grieta para entrar, hasta que se cansó y me atravesó el cráneo sin miramientos. Salí de allí inmediatamente. Mi muela maltrecha puede esperar.

-¡Proactividad!- Los gandules se miraron, se encogieron de hombros y siguieron en lo que estaban haciendo, o mejor dicho, en lo que estaban evitando hacer.

Repetí, ahora con mayor énfasis: -¡PRO-AC-TI-VI-DAD!

Esta vez hicieron algunos gestos, como apuntar el dedo índice a la oreja y moverlo en forma circular. (También hubo quien hizo una aceptable imitación de un campesino sopesando pomelos, cebollas o papas).

-Proactividad es una actitud en la que el sujeto asume el pleno control de su conducta vital de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias de la vida.-Expliqué pacientemente, y casi nadie se dio cuenta de que lo había sacado de la Wikipedia. En realidad, nadie se dio cuenta ni siquiera de que yo estaba hablando. O simularon ignorarme en forma muy convincente.

-Quiero que sean proactivos, caballeros. Que tomen las riendas de sus carreras, que traigan y pongan en práctica sus mejores ideas para bien de MIB y para que sean responsables de su realización personal.-Más ignorancia, más silencio, ningún gesto.

-Yo sé que algunos de ustedes no están siempre de acuerdo con mi estilo de liderazgo, que tal vez me consideran un poco enérgico en mis decisiones, que es posible que haya quien se sienta un tanto cohibido para expresar sus ideas, para proponer proyectos, en fin, puede que en mi afán de buscar lo mejor para todos me haya cerrado un poco a la posibilidad de admitir que ustedes perfectamente pueden hacer sus cosas sin necesidad de supervisión estrecha, que son personas responsables y de gran capacidad. -Ni siquiera levantaron sus miradas, estaban como en otro mundo. Automáticamente mi mano se deslizó hasta el estuche del revólver, pero con un titánico esfuerzo me obligué a seguir hablando. 

-Por eso mismo es que quiero, no, perdón, que sugiero que hagan de cuenta que cada uno de ustedes es un Amado Líder en potencia, que pueden crear, sugerir, actuar y transformar con responsabilidad, disfrutando de sus logros y aceptando las consecuencias si las cosas no salen del todo bien. Pero no hay por qué pensar que las cosas no...-Me detuve. Nunca los había visto tan apáticos. Normalmente cuando me dirijo a ellos al menos me ven, asienten, miran al techo, resoplan o hacen comentarios entre ellos (casi siempre seguidos de risitas).  Pero ahora nada. No sabía cómo interpretarlo. ¿Rebelión? ¿Hastío? ¿Estado catatónico? Probé con otra estrategia para llamar su atención.

-Entonces a partir de mañana deberán venir al trabajo vestidos de odaliscas. -Nada. Ni una reacción.

-Y como fuimos comprados por Google, ahora cada uno de ustedes tiene cuarenta millones de dólares, pero yo pedí que les pagaran en saquitos de té. -Continuaron completamente impávidos.Ya era una falta de respeto. 

-Muy bien señores, conque esas tenemos.-No dije nada más. Era inútil. Me encerré en mi despacho dando un portazo, porque la situación lo exigía, pero la verdad es que estaba más desconcertado que furioso.

El Señor Pablo se llevó las manos a los oídos y extrajo de ellos sendos dispositivos, de reducido tamaño. Acto seguido tocó a su compañero más cercano en el hombro, haciendo el gesto de "para poder comunicarme contigo, sería conveniente que mi voz no fuera obstruida por elemento alguno" (el Señor Pablo maneja el lenguaje gestual como nadie, yo no se por qué pierde tiempo con la Filosofía y esas nimiedades y no hace carrera como mimo en las plazas).

Lentamente todos fueron sacándose cosas de los oídos.

-¿Entonces si compramos todos nos hacen precio?-preguntó el Señor Briks.

-Sí, sí, podemos pelear un descuento- dijo el Señor Renegado-el tipo que los importa es amigo mío, seguro que algo le saco.

-¿No vienen en negro?-pregunto el Señor Bigud.

-Ah, bueno, ya salió el metrosexual-replicó el Señor Viejex, y agregó-¿Son ignífugos?

-Yo no quiero dos-dijo el Señor Mariano, y todos fingieron entenderlo.

-Bueno, -terció el Señor F.-entonces son...mnsbsbs...ocho pares de auriculares inalámbricos. ¿Le preguntamos a Bugman si quiere un par?

-No, no, déjenlo tranquilo, está con un humor de mil demonios, recién lo vi entrar a su despacho y pegó un portazo-dijo el Señor Bigud.-Vaya uno a saber qué le pasa ahora.