Motivación

-Es cierto, Bugman, no estamos motivados.

La afirmación, con la carga implícita de familiaridad que suponía el omitir el "Señor" (y ni qué hablar de utilizar el tratamiento correcto de "Amado Líder", a esta altura con que no me pongan apodos chuscos me conformo), vino de labios del Señor Pablo, a quien estaba entrevistando en mi frugal despacho.

-Señor Pablo, -dije con énfasis- no entiendo a qué demonios se refiere.

-A motivación, Bug...eh..Señor Bugman, un estímulo, un aliciente para realizar determinadas acciones y persistir en ello hasta conseguir los fines propuestos-dijo el Señor Pablo.

-Señor Pablo, ahora entiendo a qué se refiere, pero no se adonde demonios quiere llegar. ¿Qué clase de estímulo?-pregunté- ¿Me está diciendo que no es suficiente con el flagrum? ¿Acaso se han aficionado a la ronda de gandules?

-No, no, estoy hablando justamente de lo contrario...Bugman, Señor.

-¿Lo contrario? No me va a decir que ustedes quieren usar el flagrum para motivarme a mí, ¿verdad? O una ronda de gandules inversa, yo corriendo alrededor de ustedes, cada uno con su flagrum y dándome un latigazo al pasar ante cada uno..jeje..qué ridículo...¿no le parece, Señor Pablo?

-....

El Señor Pablo parecía perdido en sus pensamientos. Ya me habían dicho que a veces los filósofos se ponen así.  Pero en vez de tener el rostro congestionado por el esfuerzo de la concentración intelectual suprema, mostraba un semblante sereno, que incluía una sonrisa apenas esbozada, y murmuraba algo como : "msbs..mhh...ronda...flagrum...calva...swap..jiji..."  

Esperé pacientemente durante unos cuarenta segundos, y cuando me aseguré de que el pobre no iba a salir del trance, tomé mi fiel Smith & Wesson calibre 38 especial, y disparé tres veces al techo.

La gente poco instruida suele ser crédula. Es por eso que se dejan engañar por toda clase de charlatanes y vendedores de elixir que les hacen creer supercherías referidas a fantasmas, espíritus, curas milagrosas, seres sobrenaturales y cosas que ocurren más allá de los sentidos.
Es necesaria cierta disciplina mental para ejercer el pensamiento crítico y poder analizar los fenómenos que se nos presentan en la vida diaria desde una óptica racional y científica, evitando así caer en la ingenuidad antes mencionada.

Pero incluso yo, un escéptico irreductible, hubiera dudado si me hubieran dicho que la sombra que abandonó la silla donde una fracción de segundo antes se encontraba el Señor Pablo, atravesó el despacho y desapareció dando un sonoro portazo, era un fantasma particularmente veloz.

-Bueno, eso sí que es motivación -me dije en voz alta, porque alguna veces me hablo a mí mismo en voz alta.

Y me dediqué a revisar las facturas del proveedor de témpera, que sospecho nos está robando.

Buenas noches.

Foto gentileza de eMe y Mona Loca. Porque ellas sí se tomaron el trabajo de armar todos los muñequitos.
Y además jugaron con ellos. (Si quiere saber cómo, empiece por aquí).