Yoni in Bugmanland



Acápite: Ingreso a un extraño mundo. Personajes extravagantes. Diálogo con la reina. O con el rey. Regreso al mundo real.



Flashes del capítulo anterior:

“Señor Bigud: ¿Quería terapia? Yo le voy a dar su terapia. Beba el aceite. Buenas noches”.

“Puedes retirarte si lo deseas. Pero también puedes quedarte y descubrir cuán profundo te lleva el hoyo”.



Yoni in Bugmanland II (El final)


Bebo el aceite según me ordena el Señor Bugman en la nota, y de inmediato ocurre algo que me llena de preocupación. Mi cabello comienza a caerse, y al cabo de unos minutos me quedo completamente calvo. Yo había pensado más bien en el jueguito ese de agrandarse y achicarse hasta que al fin me hiciera con las llaves de la habitación, pero parece que me equivoqué.

Me dirijo hacia la puerta y la abro con un fuerte empujón. No estaba cerrada con llave, sino solo un poquito trabada. Maldito calvo traicionero.

BIENVENIDOS A BUGMANLAND”, reza un cartel escrito con aerosol sobre los muros externos de un imponente castillo.

Claro, debí suponerlo. Esto no es Wonderland, es Bugmanland. Y el Amado Líder, a pesar de vanagloriarse de su condición, en el fondo envidia nuestras frondosas cabelleras. Bueno, no tanto la del Señor Briks. Pero las otras sí que las envidia.

Dos gemelos gordos, de corta estatura y –por supuesto- calvos me dan la bienvenida. Uno de ellos alza en forma constante la ceja izquierda. El otro hace lo propio con la derecha. Y se pelean. Se pelean mucho por la posesión de un rollo de papel higiénico.

“¡Ese papel higiénico es mío!”, exclamo indignado.

Pero los gemelos repelen la acusación y amenazan con propinarme una soberana paliza. Su tosco aspecto les confiere un aire de peligrosidad que disuelve mi espíritu de lucha en un santiamén. Entonces huyo y me refugio en el bosque, donde soy sorprendido por el rostro flotante de un gato Sphinx, más conocido como gato pelado.

— ¿Es que nadie tiene pelo en este lugar?— indago con genuina curiosidad.

— Habló el melenudo— responde el felino, que encima se la tira de irónico.

Me paso la mano por la cabeza y descubro, en efecto, la textura resbaladiza de mi calva. Y encima con esta sunga parezco un desnudista sobrealimentado.

Luego de un breve intercambio de palabras, el gato me invita a tomar el té en la casa del conejo. Y yo, movido una vez más por el hambre y la sorpresa, acepto gustoso.

En la casa trabo relación con un sombrerero que me explica, con lágrimas en los ojos, que el reinado del Señor Bugman lo ha dejado en la calle, dado que todos los habitantes del reino son obligados a lucir sus calvas sin elementos que las disfracen.

“Maldito déspota”, alcanzo a pensar.

Luego el sombrerero me somete a una serie de acertijos que debo desentrañar para poder cenar al maldito conejo, pero no pego uno ni por casualidad. Por lo tanto sigo mi camino. En sunga, pelado y con un hambre de mil demonios.

Pronto descubro una pequeña puerta en el tronco de un árbol, la atravieso y, como por arte de magia, aparezco en un jardín donde una reina de corazones juega al croquet con otros naipes de la baraja inglesa que se comportan como si fueran sus súbditos.

Me escondo en un rosedal y realizo un completo estudio de la situación. No puedo creer lo que veo. La reina de corazones es, en rigor de verdad, un rey de corazones. El Amado Líder, para más datos. Qué ridículo le queda ese vestido. Pagaría por tener mi cámara digital. Material de primera para un chantaje y un aumento de sueldo.

“¡Que le corten la cabeza!”, grita cada vez que alguien no hace su voluntad. Y las cabezas ruedan a mansalva.

De pronto soy descubierto por unos jardineros, y luego de una serie de eventos que no viene al caso relatar en estas líneas, se me conduce a presenciar la celebración de un extraño juicio.

El imputado es una sota de corazones, y se lo acusa de haber robado un rollo de papel higiénico. Me ofrezco como testigo y declaro que fueron los gemelos, pero nadie cree una sola palabra de lo que digo.

El conejo, que oficia de heraldo de la corte, recita un poema en el que describe la suerte del rollo de papel. Y con sus conclusiones me contradice.

“¡Que le corten la cabeza!”, grita otra vez la reina. Bueno… el rey. El del vestido digo.

“¡Vení para acá conejo embustero! ¡Vos hace rato que tendrías que estar en la cacerola! ¡Te voy a romper el culo a patadas!”

Todo eso le grito, fuera de mis cabales.

De inmediato suena una sirena y los soldados de la rei… bueno, el del vestido, me inmovilizan. Acto seguido todos comienzan a gritar al unísono: ¡VIOLACIÓN DEL CÓDIGO DE IDIOMA! ¡VIOLACIÓN DEL CÓDIGO DE IDIOMA!

El del vestido se arrima hasta mi posición.

— Buenas noches Señor Bigud— me dice alzando la ceja izquierda.

— Buenas noches señor… a— respondo algo más tranquilo—. Qué bonito vestido.

— Gracias, bonita sunga— desliza como insinuando que una escalada verbal no sería decorosa para ninguna de las partes.

— ¿No existe una alternativa menos drástica para sellar mi destino?— pregunto preocupado por la suerte de mi cabeza.

— No sé, emplear esa ominosa palabra es una falta muy grave en estas tierras. Talvez podría regresar a la redacción y olvidarse de ese licenciado Gargiulo y su bendita terapia. Si lo hace, yo también sería capaz de olvidar.

En ese instante se da media vuelta y, realizando ampulosos ademanes, pregunta a la multitud:

“¿Le cortamos la cabeza o lo dejamos volver al cubículo?”

“¡La cabeza!”, exclaman todos, con el conejo en primera fila.

¡NOOOOOOOOOOOO! ¡QUIERO VOLVER A LA REDACCIÓN! ¡QUIERO VOLVER A LA REDACCIÓN! ¡QUIERO VOLVER A LA REDACCIÓN!

Me despierto hecho un ovillo en el pasillo central de MIB, gritando con todas mis fuerzas esa oprobiosa frase. El Señor Bugman observa de pie a unos pocos centímetros de mi cabeza.

¡Mi cabeza!

Me paso la mano y descubro la textura de mi frondosa y amada cabellera.

De inmediato me arrastro hasta los pies del Amado Líder y rompo en llanto.

— ¡Quiero volver a la redacción! ¡No quiero más terapia! ¡Se lo juro!— exclamo despojado de toda dignidad.

— Tranquilo Bigud… tranquilo— responde el Amado Líder—. Me voy a olvidar del gambito este de la terapia y lo voy a dejar volver, pero con una rebaja considerable en su salario.

— ¡Lo que sea!— adhiero acabándome de vender.

— Ah, otra cosa Bigud…— agrega el Amado Líder al tiempo que abre la puerta de su oficina—, ni se le ocurra aparecer el lunes con esa sunga. Parece un desnudista al borde de la jubilación.

“Al cabo que ni quería”, retruco para mis adentros. Ya me va a encontrar un día con mi cámara digital, y ahí las cosas van a cambiar bastante en esta redacción. Mientras tanto al cubículo, a cuidar lo poco que se tiene.

Por lo menos no insinuó que estuviera gordo.

¿Dónde diablos habré dejado mis llaves?

FIN


Tengan ustedes muy buenas noches.

31 comentarios:

Rebeca dijo...

Me muero de la risa de solo imaginar a Mr. Bugman en vestido. Quizá era el disfráz de la fiesta por los seis años, si es que la hubo.

Muy bueno Sr. Bigud. Se lleva mi vitoreo.


Au revoir!

Canoso dijo...

Ahhhh, los caminos de Dios, digo del Señor Bugman, son misteriosos!!!!
Señor Bigud, tuvo suerte de que el Amado Líder fuera afecto a las historias de Lewis Carroll.
Imagine si se le hubiera dado por recrear "El Barril de Amontillado" de Edgar Allan Poe...
Eso de la reducción de salario suena bastante feo pero tiene un lado positivo:
Por lo menos no va a pagar impuesto a las ganancias...
Saludos!!!

La Ruiva dijo...

Perdonar es divino, Bigud, pero olvidar es preferible.


Ve? Este té que les da de tomar, y llama café, tiene sustancias alucinógenas. Yo sabía!

Briks dijo...

"...no tanto la del Señor Briks."

OIGA!!






y sepa que yo, en su lugar, hubiera optado por la decapitación.

podrán tener mi cabeza mas nunca tendran mi "culo"

Mona Loca dijo...

Yoni, usted es un MAESTRO.
Ya sabe que lo pienso porque se lo he dicho hasta el cansancio ( cansancio suyo, claro)

Me ha encantado este texto!!!

ahora, encuentro alguna incongruencia...rebaja de QUÉ sueldo?

O a usted SÍ le pagaban????????

Oiga, que no se enteren sus compañeros, que se va a armar una...

besos

Mecha dijo...

jajajajajaj
Excelente señor Bigud!!!!
Un relato escalofriante, lleno de suspenso, terror, emociones violentas, y peladas... qué más se pude pedir!?!?!?


jajajajaja

Marina Judith Landau dijo...

Su relato me ha generado una verdadera conmoción (es que soy muy empática y sufrí mucho)
Espero que se recupere de tan dura experiencia. Que de a poco recupere su dignidad. Y que pueda olvidar y no recuperar jamás la memoria.
Cuídese mucho.
Un abrazo.


Ah, CULO!!

Yoni Bigud dijo...

Rebeca: Usté se ríe porque no lo vio.

Señor Carugo: Supongo que tuve suerte, sí... si usted lo dice. Y encima lo de los impuestos. Tengo que dar gracias al Señor.

Ex Rubia: No veo otra explicación más apropiada que la suya.

Señor Briks: Disculpe usted el chascarrillo. Valoro su dignidad.

Mona: Muchas gracias a usté. Vea, lo del salario se refiere a las dos o tres baratijas que nos provee la redacción. En MIB no se habla de metálico.

Mecha: Muchas gracias a usté. Intenté pintar el cuadro con la mayor fidelidad, transmitir el sufrimiento. Veo que lo logré.

Marina: El olvido es la meta, claro que sí. Pero hay algunas imágenes que no se dejan.

Un saludo.

Bugman dijo...

Señor Bigud, usted no sabe nada de moda real. Esto no es un vestido, caramba.
A no ser que me haya encontrado justo en una soiree. Ahí podría ser.

Pablo dijo...

Es paradójico de sea después del encuentro con el Rey que vuelva al mundo real.

No diga nada. Me voy solo.

eMe dijo...

En sunga???

Era necesario "en sunga"???

A.R.N. dijo...

don yoni
esta bueno que haya vuelto a la realidad cotidiana, enterito y con pelo. tambien es interesante irse de vacaciones adentro de un cuento y jugar con los personajes. sonie con el conejo alegando lo del papel higienico, mortal.
un beso

Anónimo dijo...

Todo fue una treta de Bugman para poder bajarle el sueldo?? amigo! con jefes asi este pais no sale adelante! pero supongo que aun estara usted muy asustado como para darme la razón así que no se moleste.

la proxima vez podría ser peor, podría terminar en el cuento de hansel y gretel y ahi si que no safa

Calavera dijo...

No se qué esperan para hacer la película en tres D.

Pregunto: ¿por qué tanta alusión a las peladas? ¿no será que en realidad le teme a la calvicie? ¿por qué usa ese casco negro todo el tiempo? No le va a hacer bien a la irrigación, vea.

Sepa que la calvicie es un escalón superior en la evolución humana; si no me cree, pregúntele a Bugman, que no me deja mentir.

"habló el melenudo", já.

El Gaucho Santillán dijo...

Evidentemente, el conejo sigue siendo un botòn y vigilante, como el de Carroll.

Muy divertido.

saludos

Bugman dijo...

Mona Loca,la verdad es que no se a qué se refiere el Señor Bigud. El sueldo se lo podría rebajar o multiplicar por un millón, el resultado sería siempre el mismo.

Calavera, si quiere lo dejo mentir, pero lo de la evolución es una verdad evidente, ni mintiendo la podría ocultar. Oia, igual que con la calva.

Jazmin dijo...

Bueno, Sr. Bigud, celebro que esté de regreso sano y salvo. Bah, de regreso.

Debe ser frustrante sentir que se tuvo al alcance de la mano la posibilidad de mejorar, quizás, de la mano del Lic. Gargi***, la convivencia laboral... y que se esfume así, puf!, como un genio esquivo.

Descanse, olvídese de lo pasado y dé gracias. Descubrir cuán profundo era el hoyo podría haber sido tanto peor.

Bienvenido (?)

Jazmin dijo...

Y 18!!!!!

Any dijo...

Disculpe pero su imagen en sunga y gritando culo delante del Sr. Bugman en vestido es demasiado para un solo post. Quedé asi como catatónica.
El Sr. Briks está perdiendo su cabellera? Ahhh por eso no se saca la máscara ni para dormir claro!
Su descripción de la situación impecable, como siempre
salu2

Yoni Bigud dijo...

Señor Bugman: Mire, fue a plena luz del día y en un jardín repleto de individuos vestidos como naipes. Pero concedo que los reyes son gente extraña. Eso sí.

Señor Pablo: Excelente lo suyo. Vaya nomás.

eMe: Pero... es del Señor Briks.

A.R.N: Muchas gracias a usté. Lo fundamental es la cabellera, porque lo demás se disfraza.

Belugar: Ahí se me habría complicado un poco el retorno. Con el hambre que pasé, las miguitas de pan no duraban un segundo.

Calavera: Conozco la teoría, pero no la comparto.
Y yo no le temo a nada. Me saco el casco donde quiera y cuando quiera.

Gaucho: Tiene razón. Muchas gracias a usté.

Señor Bugman: Miente con descaro en todas sus afirmaciones. Nada más.

Jazmin: No se acabó hasta que se acabó. Todavía no estoy vencido. Ahora me voy a dormir.
Pudo ser peor, es cierto.

Jazmin: Bien ahí.

Any: Comprendo, son demasiadas emociones juntas.
No hablaré sobre el Señor Briks más que las insinuaciones que hice en el artículo.
Muchas gracias a usté.

Un saludo.

LadyMarian dijo...

"un desnudista al borde de la jubilación" jajajaja!! Buenísimo!

Me ha hecho reír. Sí, a costa suya pero bueno...


Hoy me acordé de usted y del Sr. Briks porque vi a una señora vestida con un tapado con piel de leopardo (sintética) que paseaba a su perro blanco con una capita y moño en la cabeza, con la misma piel de leopardo.

Briks tiene a Chopper para ponerle una capita y un moñito que haga juego con la sunga. Usted tiene perro?

Felicitaciones!!
Besos

Elvis dijo...

Menuda pesadilla, sólo faltó que el vestido de Bugman tuviera dibujos de florecitas... eso, con toda seguridad, le habría provocado una caída masiva instantánea de su pelo...

Saludos cordiales.

Yoni Bigud dijo...

LadyMarian: No,no tengo perro, por lo tanto estoy condenado a que todas la miradas se posen en mí.

Elvis: Mire, no sé, talvez sí tenía florecitas. Pero yo estaba demasiado impactado para fijarme en detalles.

Un saludo.

Damaduende dijo...

Ve, esto me pasa a mí por hacerle caso a sus amenazas - malditos cuervos - y venir a leer a primera hora de la mañana.
Como hago yo ahora para sacarme de la cabeza la sunga y el vestido? Porque ha de usted saber que yo tengo una imaginación muy gráfica... y para que decirle lo gráfico que puede llegar a ser muy gráfico en este tipo de circunstancias.

Julieta dijo...

La sunga era de leopardo ? al mejor estilo Su Giménez ? te hubieras sacado una foto y la ponías en el blog !!
Excelente !!
Cariños..

Titi dijo...

Hubiera dado lo que fuera por una foto de Bugman en vestido... aunque él insista en llamarlo "moda"...

Ese solo hecho daría para armar otro blog... Con usted como líder, claro...

Mariela Torres dijo...

Todo mi respeto es para el señor Bugman, por supuesto, pero mi cariño para usted, así que usted tiene razón, ¡cuánto sufrimiento! Yo también preferiría trabajar a perder la cabeza, sin dudas.

Saludos.

Cuello de Pavo dijo...

No se con que lo drogaron, pero eso fue un mal viaje...

¿quién sabe yoni, Men in blog no estuvo hecho porque si?

perdón, se me pegó

Elvis dijo...

Le entiendo perfectamente. Si me hubiera pasado a mi, seguramente habría sufrido tal trauma que me habría convertido al barcelonismo...

Yoni Bigud dijo...

Guada: Siempre será mejor imaginar que ver. Al menos en casos como el que nos ocupa. Se lo aseguro.

Julieta: El problema es que no llevaba mi cámara digital. Muchas gracias a usté.

Titi: Sí!!! Yo como líder!!! Apoyo la moción.

Mariela: Ah... si hubiera podido sacar esa fotito... ¿sabe dónde le habría quedado el respeto por el Señor Bugman? En el sótano.

Cuello de pavo: Su teoría es inquietante y factible a la vez. Yo también creo que me drogaron, pero no puedo probarlo.

Un saludo.

Yoni Bigud dijo...

Elvis: No diga eso hombre, por Dios. La camiseta no se negocia.


Un saludo.