Ceci n' est pas une boite de thon

"Esto no es una lata de atún"

Obviamente. Es un artículo. No, por si acaso lo aclaro. Porque si se va de campamento, está en el refugio Otto Mailing en el cerro Tronador y se da cuenta de que esto es un artículo y no una lata de atún se va a querer matar. Porque el arroz con artículo no queda tan bien. Aunque paradójicamente haya usado el artículo recién. Porque dije "el" arroz. Arroz con artículo. ¿Se da cuenta? ¿qué le enseñaron en el colegio? En fin, no estamos aquí para hablar del arroz ni del atún ni de su desempeño en el colegio. ¿Qué para qué estamos? Ya verá.

Se nos puede objetar que, en los últimos tiempos, preocupados como hemos estado por sobrevivir a las pruebas bugmanianas, nos hemos despreocupado un poco de los lectores. Quiero desmentirlo categóricamente: los lectores nunca nos han preocupado.

Pero, por otro lado, este puede ser un momento para aprovechar y satisfacer esta demanda (aunque en general de las demandas se encargan Yoni y Briks, los abogados del blog). Los muchachos no están, la puerta de la oficina de Bugman está cerrada: estamos solamente usted, yo y Carlos. Carlos es el de limpieza. Es de absoluta confianza.

Ahora, antes de que empecemos ¿realmente quiere que hablemos de usted? Mírese un poco: está en la computadora. Adiviné ¿no? Todavía no ha visto nada. Decía, está en la computadora y además está desatendiendo algo. O está en el laburo y se tomó un tiempo para leer esto, en cuyo caso bien se podría objetar que le roba a sus empleadores o está en su casa y le roba tiempo a sus relaciones sociales, al mantenimiento de su estado físico o a su enriquecimiento cultural. Si usted es su propio empleador o trabaja desde su casa, la cosa se pone más difícil. En cualquier caso la cosa es que está desatendiendo algo así que le pido que entre bomberos no nos pisemos la manguera*.

Usted me dirá que, encima que se toma el trabajo de pasar por acá, se tiene que encontrar con reproches acres cuestionando su accionar. En realidad, lo único que me propongo es mostrarle por qué leer MiB es evidentemente mejor que leer otras cosas:

Mientras los libros de autoayuda se deshacen en consejos etéreos del tipo "ser mejor persona es bueno", "las personas son como cardos que crecen en un playón de estacionamiento rodeados de gelatina" o "comer sano hará que te constipes menos", que no harán gran cosa por usted, leer MiB está totalmente desaconsejado.

El diario, por su parte, trasunta un mundo pletórico de miserias y lo sumerge en ocultos y poco diáfanos intereses. Por otro lado, MiB...bueno, en todo caso es un empate.

Las grandes obras de la literatura, en cuanto reflejan las más profundas dimensiones de lo humano, nos comprometen. Ahora, pienselo bien ¿usted realmente quiere que lo comprometan? ¿a esta hora? Aquí le ofrecemos, en cambio, historias livianas donde los únicos que serán juzgados son los comportamientos lascivos de Briks, la piromanía de Viejex o las crueles prácticas de Bugman. Desde la comodidad de su condición de comentarista puede levantar o bajar el pulgar cibernético aprobando o censurando a los que en este espacio nos exponemos. Snif.

Por eso, si lo que realmente busca son textos rebosantes de humor inteligente, que destilen gracia; donde las sutilezas manen de pingües escritos, transportándolo hacia un mundo donde paradojas notables se entrelazan magistralmente con argumentos cómicos...bueno... que se yo... ya está acá. En fin. Ajo y agua.

Además, volviendo al tema de la exposición ¿realmente quiere tomar ese lugar? ¿quiere quedar expuesto al escarnio? ¿quiere ser vilipendiado por cualquier anónimo que cae en este sacrosanto reducto después de haber buscado la palabra "culo"?

¿Ah, sí? ¿quiere? Caramba. Pues bien, entonces le voy a pedir que me llene el formulario con una información de rutina.

Nombre:
Edad:
Sobrenombre doloroso de la infancia/juventud/adultez:
Información comprometedora que los muchachos de MiB probablemente no usen para una historia ni para chantajearme:
Número de cuenta bancaria:
Password:


Por su atención, muchas gracias.

* Expresión al parecer surgida de uno de los protagonistas de la película pornográfica "Entre llamas" pidiendo cuidado a sus compañeros durante una escena orgiástica. Actualmente significa que personas que están en la misma situación no deberían reprocharse algo.